Uno de los temas que debemos tratar con nuestras hijas, y también enseñarlo a nuestros varoncitos para generar en ellos un corazón lleno de respeto y valor hacia las mujeres, es el de la auténtica belleza de ser mujer…

A mi hija mayor le encanta pintarse la cara con labial, aplicarse sombras, usar vestidos y accesorios, sandalias o mis tacones, y es que a ella le gusta sentirse como toda una princesa. En muchas ocasiones, se viste con más de tres piezas de ropa, todo por llamar la atención y verse hermosa.

Un día me dijo: “Mamá tú siempre quieres que me ponga la misma ropa, yo quiero verme linda y para eso necesito vestirme con ropa linda”.

¿Y a quién no le ha pasado que relaciona la belleza con lo superficial? Es muy común para las mujeres frases como: “resalta tu belleza con maquillaje”, “viste ropa elegante que te hace lucir bella”, “hay que ver estrellas para ser bella”, te aseguro que muchas otras pueden venir a tu mente en este momento.

Pero ¿son estas aseveraciones ciertas? para enseñarles a nuestras hijas el auténtico valor de la belleza, debemos conocer qué es lo que en realidad hace a una mujer hermosa. En la sociedad encontrarás los siguientes parámetros (inconscientemente enseñados también a nuestras generaciones), una mujer bella es:

  • Una mujer de hermoso rostro.
  • Una mujer con un cuerpo envidiable para las demás y deseable para los del sexo opuesto.
  • Una mujer con un cabello cuidado (preferiblemente lacio).
  • Una mujer que viste a la moda y siempre anda maquillada.

Estos son algunos ejemplos que nos venden sobre la belleza de una mujer en la tv, en las calles y a veces dentro del hogar, pero ¿está mal hacer o tener estas cualidades? Yo en realidad no veo nada de malo en cuidarse el cuerpo, el rostro, en vestir bien, el detalle está en darle a esas cosas la prioridad y el valor que la mente y el corazón de la mujer deben tener como lo más importante.

La Biblia describe a una mujer hermosa como aquella que dedica su vida a obedecer a Dios (Prov. 31:30) La hermosura y la belleza física son breves, con el tiempo el cuerpo se vuelve flácido, aparecen arrugas, el cabello pierde fuerza, brillo y color, pero la belleza de la que nos habla la Biblia no es transitoria, por el contrario, va floreciendo hasta perfeccionarse, permanece y permanece para siempre.

En la Biblia podemos encontrar que una mujer bella es:

  • Una mujer de carácter apacible. (1 Pe. 3:4)
  • Una mujer sabia. (Prov. 11:22)
  • Una mujer decorosa al vestir. (1 Ti. 2:9)
  • Una mujer fiel. (1 Cor. 7:4)
  • Una mujer obediente y dedicada. (Prov. 31:12)
  • Una mujer trabajadora y que da sus fuerzas por el bien de su familia. (Prov. 31:13-15)

¿Qué implicaciones tiene esta verdad para la vida de nuestras hijas y para el corazón de nosotras como madres? 

Pues una mujer obediente y sumisa no es una mujer que se deja pisotear y es maltratada, como lo hace creer la sociedad. Una mujer que es obediente a sus padres y esposo, lo hace con el respeto que Dios demanda de ella, y recibirá un trato amoroso y respetuoso, recibirá comprensión y ayuda en lo que necesite. Una mujer que demuestra fidelidad a sus padres, es aquella que aun después de formar su propia familia, vela por ellos poniéndole en honra. Y la fidelidad al esposo se muestra no solo en su conducta hacia otros hombres, también en el manejo del dinero, en la sujeción a las decisiones de su marido, y en el apoyo a él en todo. Una mujer sabia es aquella que evita las peleas, sabe cuándo debe callar y cuándo hablar. Que ora antes de tomar decisiones, y siempre consulta con sus padres o esposo que son su autoridad designada por Dios.

Ahora ¿Cómo les transmitimos esta verdad a nuestras hijas?

Por supuesto mamás, el ejemplo que les demos va a valer muchísimo, más que todas las palabras que tengamos para decirles. Procuremos, junto a nuestras pequeñas, cultivar los atributos que resalta la Biblia para ser mujeres verdaderamente hermosas.

Cada vez que puedas, resalta la verdadera belleza en tu hija, la del carácter. Cuando elijas ropa, permítele que te acompañe y haz comentarios intencionales para la elección. Permítele que sepa sobre la ayuda que les das a tus padres, y si quiere, proponle aportar de su mesada. Cuando tu esposo tome una decisión, aunque no estés de acuerdo, muéstrate obediente, resalta la autoridad de papá en casa con las decisiones que tomas.

Aprende de memoria junto a tu hijita este hermoso texto bíblico.

“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.” Prov. 31:30


No te pierdas la próxima parte de este maravilloso estudio sobre la feminidad bíblica, donde hablaremos sobre la VERDADERA fuerza y capacidad de una mujer…

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