Él lo dijo de muchos. Alguien tiene que decirlo de él.

La historia de la obra evangélica en Venezuela a finales del siglo 20 y principios del 21, especialmente en el oriente jamas podrá ser contada completa sin mencionar a este gran siervo de Dios. A decenas de miles de almas se les comunicó el mensaje del evangelio en muchas de las actividades que Hageo inventó. Quien quiera que haya ido, creído o participado en algún AMA desde 1994 tiene que agradecerle al Señor por haberle cruzado a este viejito en su camino.

El creyó en mí cuando nadie más lo hizo. Él me invito a batallar a su lado. Él me adoptó como Pablo a Timoteo. Viajamos juntos miles de kilómetros. En cada pueblo que pasábamos, él se paraba a saludar a alguien. Orábamos, cantábamos y reíamos juntos. Organizamos cientos de eventos juntos. Cuando yo era joven, escuché sus sermones. Cuando él se puso viejo, él escuchó los míos. De él aprendí mucho de lo que sé, recibí muchos consejos y regaños pero sobre todo el ejemplo de un hombre apasionado por el avance del evangelio y la movilización de la iglesia hacia la gran Comisión con estrategias relacionales. Permita el Señor que el legado de Hageo Herrera en Venezuela produzca cientos de líderes en el presente y en el porvenir.

Lamento muchísimo no estar presente con Edys, Hageo, Dorcas y Darkis apara darles un abrazo pero me alegra muchísimo que Hageo pueda a partir de hoy reencontrarse con Eliezer y con el Señor por toda la eternidad. Desde la distancia y con mi familia, oro que el Señor que venció la muerte consuele sus corazones y les dé fortaleza pasar este trago amargo, pero no como los que no tienen esperanza.

Estimada a los ojos del Señor es la muerte de sus santos

Salmos 116:15 (LBLA)


Autor: Alejandro Molero | Pastor en la Iglesia Bíblica Sublime Gracia en Washington, DC

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Categorías: Testimonios

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