Parte IV de la SERIE: Corrección conforme a la Palabra de Dios. Para ver el artículo anterior, presiona aquí.
Disciplinando a los hijos en el Señor
Bien, ya hablamos bastante de lo que Efesios 6:4 nos dice que no debemos hacer al momento de aplicar la corrección y disciplina a nuestros pequeños para evitar provocarlos a ira, ahora el aspecto positivo de este consejo tiene que ver con la segunda parte del verso: «Más bien, críenlos con la disciplina y amonestación que proviene del Señor».
Algo resaltante del texto, «Críenlos». Este mandato indica que debemos procurar preparar a nuestros hijos para dejar el nido y volar exitosamente solos. Esto es bastante difícil para las madres, sobre todo, porque normalmente somos las más apegadas a los hijos y no queremos ni pensar en el momento en que tengan que partir de nuestro lado para formar su propia familia.
Vamos a estudiar la frase anterior en dos partes: La disciplina y La corrección.
«Disciplina» significa inducir a bien, castigar, en el acto cuando sea necesario. Los niños no hacen lo correcto por naturaleza (Pr. 22:15) ni tampoco están impacientes por escoger lo bueno y santo (Ro. 7:17-23) de hecho es todo lo contrario.
En cierta ocasión mi hija Anna me dijo en medio de la corrección: «mamá yo quiero ser obediente pero siempre termino haciendo lo malo» —sus palabras me recordaron inmediatamente al apóstol Pablo—. En consecuencia, Dios dice que necesitamos disciplinarlos para ayudarlos a escoger correctamente y para que aprendan a hacer lo bueno y vivir rectamente, tal como lo expresa la escritura.
«Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.»
Proverbios 23:14 RVR1960
La disciplina tiene que ver con formarlos de tal modo que sus pensamientos, acciones y actitudes comiencen a reflejar y a manifestar una semejanza al estilo de vida del cristiano descrito en la Palabra de Dios.
La vara es una forma misericordiosa de disciplina (Proverbios 23:13)
¡Sí, lo es! porque si se administra rápidamente y la lección se aprende prontamente; vendrán muy pronto los abrazos y los besos para promover la reconciliación y restauración de las relaciones normales entre padres e hijos.Para muchos puede ser algo inaceptable, el aplicar una paleta o regla, pero usarlas les enseña a nuestros hijos que con los límites de sus padres no hay negociación.
Hay, sin embargo, otras formas legítimas de disciplina.
Dios no siempre nos castiga de la misma forma, el acomoda el castigo a nuestra necesidad. Por lo tanto, el castigo debe administrarse con instrucción y previo acuerdo de los padres.
Muy importante es que los hijos deben saber que sus padres están de acuerdo, si sienten que uno de los padres es «blando» y que el otro es «estricto», los resultados pueden ser desastrosos.
Si uno de los padres niega el permiso, los hijos siempre buscarán obtenerlo del otro progenitor.
Acaso ¿enojarme con mi hijo cuando desobedece es pecado?
No. Es legítimo enojarnos con nuestros hijos cuando no obedecen. Pero al mismo tiempo, no debemos expresar ese enojo de maneras pecaminosas (con gritos, alaridos, con rencor, irritabilidad, jaloneos y otros parecidos) sino más bien, debemos esforzarnos en mantener el dominio propio, dirigiéndonos a ellos siempre en forma cariñosa por su bien y el bien de la relación padres – hijos.
La disciplina no producirá crecimiento ni corrección a menos que sea consecuente.
Si una acción es considerada errónea una vez, lo será también, la segunda, la tercera y aun la décima vez, a no ser, por supuesto, que comprendas como padre humano, que la norma estaba equivocada.
«La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre». Proverbios 29:15 RV2960
Nuestro objetivo con la aplicación de la disciplina debe ser, lograr una madurez en nuestros hijos para que ellos vayan independizándose de manera voluntaria de nosotros. No se trata de aplicar la corrección para que ellos se somentan a nosotros como esclavos de una manera obligada y servil.
Para la última parte de esta serie estaremos estudiando ¿qué significa amonestación del Señor? No te la pierdas.
Publicado originalmente en su blog 1 Día de mamá
Omarlis González, es Editora del Blog 1 Día de Mamá y miembro activo del Ministerio Educativo Infantil de la Iglesia Evangélica «Filadelfia», Puerto la Cruz en donde sirve junto a su esposo, el pastor, Efrain Tapisquen | R1
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