Liderazgo Bíblico
Un buen final | Por Roberto Clinton
El apóstol Pablo estaba obsesionado en tener un buen final. Veía la vida como una carrera. Al encontrarse con sus amados ancianos de Éfeso por última vez, dijo: «Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (Hch. 20:24).